Entre los casos existen varios en los que hay narcotráfico y sicariato involucrados. Entre ellos, el de "Bochita" Risotto. También se investigará la bomba del Buceo

El Ministerio del Interior creó una unidad especial para resolver seis crímenes impunes de alto perfil, informa hoy el diario La República.

Entre los casos está el del empresario futbolístico Washington Risotto, asesinado de ocho balazos en 2012. En principio se estima que Risotto -con antecedentes por asistencia al narcotráfico- fue víctima de sicarios en el marco de un ajuste de cuentas. Fue el primero de muchos que hubo en Montevideo ese año.

La ejecución de dos hombres vinculados al narcotráfico en a tres kilómetros de Libertad, San José, es otro de los temas en carpeta de estos nuevos grupos de la Policía.

También en la ruta 87 de San José fue encontrado muerto Jorge Omar Alfano, de 36 años, quien había salido de la cárcel días antes después de purgar condena por tráfico de estupefacientes. Su cuerpo mostraba varias fracturas y el auto había sido incendiado.

El sicariato -posiblemente de origen extranjero- es uno de los asuntos que más preocupa en estas investigaciones. En la lista se encuentra el crimen de Fernando Medina, conocido como “El Pitufo”, otro hombre del narcotráfico que fue ultimado en su casa de Atlántida.

También figuran otros casos que movilizaron a la opinión pública por otras causas. Uno de los ejemplo es el triple crimen en una distribuidora de bebidas sin alcohol en Malvin Norte. Allí fueron asesinados José Osorio (65), Celia González (66) y Jonathan Osorio (17). Allí el móvil fue el robo.

Otro de los casos importantes que se intentará resolver es el de Miriam Mazzeo, la mujer que sufrió un atentado de bomba en su domicilio. El hecho ocurrió en octubre de 2009 y provocó la muerte de Mazzeo y heridas de gravedad al joven Facundo Quiroga, de 14 años, amigo del hijo de la víctima. 

En principio se creyó que podría ser producto de una venganza por cuestiones gremiales. Mazzeo trabajaba en el Instituto Superior de Educación Física. El hecho no pudo ser demostrado. Luego aparecieron otras pistas, como el hombre que dejó la encomienda en Tres Cruces. Pese a que fue registrado por las cámaras de seguridad, el hombre llevó todo el tiempo un casco de moto. Nunca pudo determinarse su identidad.